¿De dónde venía yo cuando me encontraste?,

preguntó el niño a su madre. Ella, entre risas y lágrimas, apretó al niño contra

su pecho y le respondió: Estabas oculto en mi corazón como un deseo, vida mía.

Estabas entre las muñecas con las que jugaba cuando era niña. has vivido en mi

vida y en la de mi madre. Durante muchos años, has sido acunado en el regazo el

Espíritu eterno que rige nuestra casa. Cuando en mi adolescencia abría mi

corazón sus pétalos, en él flotabas tú como un hálito perfumado. Tu tierna

suavidad floreció en mi cuerpo como el resplandor rojo del cielo que anuncia el

amanecer. Primer amor del cielo, que tienes de hermana gemela a la luz del alba,

has bajado al río de la vida del mundo te has quedado al fin sobre mi corazón.

¡Tú, que eras antes de todos, eres ahora sólo mío! ¿Qué mágico poder ha puesto

en mis débiles brazos el tesoro del mundo?





Rabindranath Tagore



viernes, 18 de febrero de 2011

ENTREVISTA A ILEANA ROTA, COORDINADORA DE LA FORMACIÓN DE DOULAS.

¿Puedes sintetizar la función de la doula en pocas imágenes/palabras?

Es como un gato que sientes su energía pero no lo percibes de tan sigiloso que es. Es el faro en una noche oscura en altamar, que hace de guía para que retornes a ti misma. Realmente la doula acompaña a la mujer mientras bucea bien profundo en su interior para descubrir quién es, qué quiere y cómo lo quiere y, al emerger a la superficie, se haga consciente de su propia fuerza y confianza para hacer las cosas desde su verdad, que es única.

¿Por qué son necesarias las doulas en este mundo?

Más que “por qué”, diría “para qué”. Son necesarias para reactivar socialmente un conocimiento que, si bien no está perdido, está escondido bajo muchas capas de falta de información y manipulaciones varias. Las doulas están en tierra de nadie y eso les permite poder hablar realmente sin pelos en la lengua sobre la maternidad como un rito iniciático, el más importante de la vida sexual de una mujer. Las doulas, al no ser personal sanitario, pueden hablar del parto desde un punto de vista más holístico, no sólo del cuerpo físico, sino también mental y emocional. Podemos permitirnos ahondar en cómo es la fisiología del parto y la lactancia y poner luz en cómo nos mienten, interfiriendo en los procesos naturales para enredar algo tan simple, y a la vez complejo, como es devenir madre.

¿Con qué ideas resumirías esta formación de doulas que coordinas?

La formación de doulas que coordino, siempre digo que es un viaje hacia ti misma. No me parece posible acompañar a otras personas si no empiezas por ti. El viaje comienza abriéndote a romper patrones y reconociendo las estructuras que te encarcelan, conectando con una herramienta muy potente ¡y gratuita!, la respiración. Después empezamos a navegar por el embarazo y parto verdaderamente real, descubriendo el sinsentido de la práctica habitual de hoy en día. Luego pasamos al postparto y la lactancia, temas que normalmente dejamos un poco de lado porque nos centramos demasiado en “el parto”, olvidando que después de este gran acontecimiento, viene otro mayor ¡que dura más tiempo! También hablamos de la pelvis y el periné, de nutrición consciente y terapias alternativas. El regalo de tener a Michel Odent y Liliana Lammers es indescriptible pues son dos personas maravillosas con gran conocimiento y mucha experiencia, como todos los profesionales que colaboran en este curso.
Lo que me parece importante destacar de esta formación es que lo que verdaderamente hace es crear vínculos muy fuertes entre las mujeres que asisten, es una “excusa” para tejer redes, para abrirnos a compartir, conocer otros puntos de vista, trabajar el respeto, el amor y el desapego. Y, lo mejor de todo, es que nos vamos “entrenando” en relacionarnos de manera circular, para poder expandirlo allá donde vayamos, todo en beneficio máximo para la Humanidad. Es bien profundo y cotidiano, a la vez.

¿Qué tanto tienen las doulas de rescate de la sabiduría antigüa de nuestras abuelitas?

Es difícil generalizar y decir “todas las doulas rescatan tal o cual saber ancestral”. Cada una da desde donde tiene para dar y cuenta con las herramientas que ha ido adquiriendo a lo largo de su vida. Lo que sí creo que rescatamos todas las doulas es esa sabiduría antigua de mujeres acompañando mujeres, de comadres. Esa energía sutil y bella que se genera cuando estamos juntas, sin juzgarnos ni criticarnos, simplemente mostrándonos tal cual somos y aceptando a nuestras hermanas. Ese es el saber más importante que estamos recuperando.

¿Tiene perspectiva feminista este curso?

Si te soy sincera, no tengo muy claro si se le puede llamar perspectiva feminista a lo que ofrecemos en la formación. La idea es: Mujeres, recuperemos nuestro poder, unámonos entre nosotras y, desde ese círculo amoroso y poderoso, recordemos a nuestros hermanos, los hombres, que ellos también han perdido mucha sabiduría por el camino. Vayamos juntis hacia la luz y la fuerza que da el amor. Y tengamos en cuenta que las mujeres parimos tanto niñas como niños, que serán los hombres y mujeres del futuro. No podemos no contar con la otra mitad de la humanidad….
Aclaración: juntis es una forma, desde mi punto de vista, de poder decir juntos y juntas de una sola vez. Es mi forma de neutralizar el lenguaje y no excluir ningún género.

¿Quienes pueden/suelen acceder a tener una doula en su embarazo/parto/nacimiento?

Me encanta esta pregunta. Primero decir que hay un factor económico a tener en cuenta, no todo el mundo quiere-puede gastar cerca de 700 euros en el nacimiento de su hiji. En los cuatro años que he estado acompañando, el “perfil” de mujer que contrata a una doula es clase media, con estudios (mayormente universitarios), de raza blanca, europeas y que han elegido conscientemente ser mamás (tanto de manera natural como por tratamientos de fecundación). Si bien es cierto que he acompañando mujeres sin cobrar, fue una elección mía.
Estaría bueno que la doula fuera un servicio al que pudiera acceder todo el mundo y estamos caminando hacia el reconocimiento de esta profesión, que para muchos no es tal, pero para las mujeres y familias que acompañamos, marcan la diferencia en el recibimiento de sus hijis. Esto es un tema que llevará tiempo que se haga realidad, pero paso a paso se llega a recorrer un camino de mil kilómetros…

Si pudieras compartir un mensaje con las mujeres que se embarazan, ¿cuál sería?

Tú sabes, sólo mira en tu interior y confía….

¿Y al personal médico de los hospitales que participan en los partos/nacimientos intervenidos?

¡ay! Los pondría a vivir la situación del otro lado, es decir, siendo ellos los “usuarios”. Quizá así caerían en la cuenta… También les regalaría un fin de semana de convivencia amorosa en grupo, puede que sus corazones se abran a ver y sentir más allá…

Si te dieran medio minuto ante los grandes medios de comunicación para hablarle a gentes de todo el mundo, ¿qué harías/dirías?

Primero respiraría bien profundo y abriría mi corazón para dejar fluir todas las palabras de amor que surgieran de mi Ser. Lo que diría o haría, ni idea, pues cada momento es único y, si lo tuviese planeado, ya no sería espontáneo.

domingo, 16 de enero de 2011

Tu fecha de parto está mal......

Tu fecha de parto está mal
Por Christie Haskell


El modo en que se calcula la “fecha probable de parto” hoy en día es, como poco, impreciso. A menos que sepas el día que ovulaste y el día que concebiste, así como la duración de tu ciclo, y lo calcules tú misma, es probable que tu fecha de parto esté mal: de hecho, puede que ni se acerque. La mayoría de fechas de parto se equivocan de promedio en dos semanas.

Creo que la mayoría de las mamás en Estados Unidos conocen la organización “March of Dimes”, una organización sin ánimo de lucro que se dedica a la prevención de nacimientos prematuros y muerte prenatal, además de estar al frente de las investigaciones sobre el cuidado de bebés prematuros. En estos momentos, están colaborando con 40 hospitales del estado de Carolina del Norte para impedir nacimientos prematuros mediante la prevención de inducciones innecesarias. ¿Su mensaje?

El embarazo puede ser incómodo y a veces francamente infeliz, pero es necesario aguantar hasta el final, y tu médico debe negarse a inducirte el parto salvo que sea necesario por un motivo médico.

Lo sé, lo sé… qué impertinente por su parte decirle a las mujeres lo que deben hacer con sus cuerpos.

Bueno, salvo por el hecho de que su objetivo es asegurarse de que tu bebé está lo más sano posible, y si para eso debes seguir embarazada dos o tres semanas más, entonces os dirán, a tí y a tu doctor, que eso es lo que deberías hacer.

Dada nuestra manera incorrecta de ver la fecha de parto, esto significa que si decides inducir en la “semana 38” sin razones médicas, tu bebé podría ser de 36 semanas de gestación, y por lo tanto ser prematuro y necesitar cuidados intensivos neonatales.

Se parte de la base de que tienes un ciclo de 28 días, ovulas el día 14 y sangras 5 días. No todas somos así. Puede que os parezca demasiada información, pero mi ciclo es de 33 días y ovulo el día 18, de modo que cuando mi médico se empeñaba en que la fecha probable de mi hija era el 5 de julio, yo le recordaba siempre que no soy una humana cortada a patrón: mi fecha probable de parto era el 10 de julio. Mi hija nació de 38 semanas y 3 días, pero ellos decían que fueron 39 semanas justas.

Cada vez que mencionaban la fecha que habían anotado, yo les corregía. ¿Por qué? Por que aunque al final no tuvo importancia, ¿qué hubiera pasado si hubiera llegado a la semana 41 o 42 según sus cálculos, que eran erróneos? Me hubieran presionado para inducirme el parto, a pesar de que el cálculo correcto demuestra que estaban asumiendo que mi hija tenía una semana más que su edad gestacional real.

Pero estoy divagando… “March of Dimes” señala que el cerebro a las 35 semanas de gestación sólo pesa dos tercios de lo que pesa a las 39-40 semanas. Estas 4-5 semanas más marcan una enorme diferencia. Los bebés que nacen incluso dos semanas antes tienen mayores tasas de problemas respiratorios, ictericia, problemas alimenticios, de regulación de temperatura, y retraso en el desarrollo cerebral.

Es mucho riesgo por no estar embarazada dos semanas más, ¿no?

Eso sin mencionar que inducir el parto antes de la semana 39 aumenta substancialmente el riesgo de cesárea, que tiene ya de por sí sus peligros para la madre y el bebé, de modo que no sólo tu bebé puede verse seriamente afectado por una inducción innecesaria y un nacimiento prematuro.

Los esfuerzos de “March of Dimes” y los hospitales mencionados han dado como fruto una drástica reducción en los nacimientos prematuros y cesáreas… nada menos que 44% menos de nacimientos prematuros o pretérmino causados por una inducción electiva e innecesaria. ¡Es una cifra enorme!

Espero que su éxito en Carolina del Norte continúe, sea un ejemplo y establezca unos criterios generales para los hospitales de todo el país para que podamos eliminar las inducciones electivas. Al fin y al cabo, todas las mamás quieren que su bebé esté lo más sano posible desde el primer momento, y después de haber estado embarazada 37-38 semanas, y con décadas de vida por delante para ti y para tu hijo, un par de semanas más no es nada dentro del “gran plan”, pero puede causar diferencias de por vida.

jueves, 2 de diciembre de 2010

La hora siguiente al nacimiento: dejen en paz a la madre

Por Michel Odent



La hora siguiente al nacimiento es, sin duda, una de las fases más críticas en la vida de los seres humanos. No es por casualidad que todos los grupos humanos han molestado de forma rutinaria los procesos fisiológicos durante este corto período de tiempo a través de rituales y creencias. Nuestros entornos culturales están determinados en gran medida desde el principio de la interacción madre-recién nacido.


La primera hora siguiente al nacimiento puede ser vista desde multitud de perspectivas complementarias. Mi objetivo es catalogar doce perspectivas para demostrar la dimensión real de este tema tan complejo.

Perspectiva 1: Necesidad repentina de respirar

No necesitamos desarrollar esta perspectiva extensamente documentada. Se sabe muy bien que durante la primera hora después del nacimiento el bebé ha de utilizar sus pulmones de forma repentina. Esto implica, en particular, que el corazón debe bombear urgentemente la sangre para la circulación pulmonar. La condición es que las circulaciones pulmonar y sistémica se separen a través del cierre de las conexiones que hay entre ellas (ductus arteriosus y foramen oval).

Perspectiva 2 : Efectos conductuales de las hormonas

La información disponible es tan reciente que necesitamos desarrollar este aspecto. Hoy en día estamos en disposición de explicar que todas las hormonas liberadas por la madre y el feto durante la primera y la segunda fase del parto aún no se eliminan en la hora siguiente al parto. Todas ellas juegan un papel específico en la interacción madre-recién nacido. Hasta hace poco ni siquiera se sospechaban los efectos conductuales de estas hormonas. La hormona clave implicada en la fisiología del parto es sin duda la oxitocina. Sus efectos mecánicos son conocidos desde hace mucho tiempo (efectos en las contracciones uterinas para el nacimiento del bebé y la expulsión de la placenta, en las contracciones de las células mio-epiteliales del pecho para el reflejo de expulsión de la leche).

Prange y Pedersen demostraron los efectos conductuales de la oxitocina por primera vez en 1979 a través de experimentos con ratones: una inyección de oxitocina directamente en el cerebro de las hembras vírgenes inducía una conducta maternal. Este experimento sentó la base para una nueva generación de estudios. Los resultados de cientos de ellos se pueden resumir en una o dos frases: la oxitocina es la hormona típica del altruismo, y está presente en cualquiera de las facetas del amor que se quieran contemplar. Esta información resulta ser muy importante cuando uno sabe que, según los estudios suecos, es justo después del nacimiento del bebé y antes de la expulsión de la placenta cuando las mujeres tiene la capacidad de llegar a los niveles máximos de oxitocina. Igual que en cualquier otra circunstancia (por ejemplo, relaciones sexuales o lactancia) la liberación de la oxitocina es altamente dependiente de factores ambientales. Es más fácil si el sitio es muy caluroso (para que el nivel de hormonas de la familia de las adrenalinas quede lo más bajo posible). También resulta más fácil si la madre no tiene otra cosa que hacer que

mirar a los ojos del bebé y sentir el contacto con su piel sin ninguna distracción.

Nos queda un nuevo campo de investigación: el modo de la liberación de la oxitocina. Para hacer efecto, esta liberación tiene que ser pulsátil: cuanto más alta es la frecuencia, más eficiente es la hormona. La oxitocina no se libera jamás de manera aislada; siempre

forma parte de un equilibrio hormonal complejo. Éste es el motivo por el que el amor tiene tantas facetas. En el caso particular de la hora siguiente al parto, en condiciones fisiológicas, el nivel máximo de oxitocina está asociado con un nivel alto de prolactina, la cual también se conoce bajo el nombre de la hormona de la maternidad. Ésta es la situación más típica de expresar amor a los bebés. La oxitocina y la prolactina se complementan una a la otra. Además, los estrógenos activan los receptores de oxitocina y prolactina. Siempre tenemos que pensar en términos de equilibrio hormonal.

En el mismo año 1979 también se demostró la liberación maternal durante las contracciones y el parto de hormonas parecidas a la morfina. La liberación de estas endorfinas está ahora muy bien documentada. En los primeros años de los 80 nos enteramos de que el bebé también libera sus propias endorfinas durante el proceso del nacimiento, y hoy no hay duda de que durante un cierto tiempo después del parto ambos, madre y bebé, por igual, están impregnados de opiáceos. La propiedad de los opiáceos de inducir estados de dependencia es de sobra conocida, así que resulta fácil prever cómo es el desarrollo del principio de una ´dependenciaª o vinculación.

Incluso hormonas de la familia de las adrenalinas (a menudo consideradas como las hormonas de la agresividad) tienen un papel obvio en la interacción madre y bebé inmediatamente después del parto. Durante las últimas contracciones antes de nacer el bebé, estas hormonas alcanzan su nivel más alto en la madre. Este es el motivo por el cual, en condiciones fisiológicas, en cuanto empieza el reflejo de expulsión fetal, las mujeres tienden a estar erguidas, llenas de energía, con una necesidad repentina de agarrar algo o a alguien. A menudo necesitan beber un vaso de agua, exactamente como un orador lo necesita delante de una gran audiencia. Uno de los efectos de esta liberación de adrenalina es que la madre está alerta cuando el bebé ha nacido. Hay que pensar en los mamíferos en su hábitat natural y se puede entender claramente cuán ventajoso es para la madre tener suficiente energía, y agresividad, para proteger a su bebé recién nacido si hace falta. La agresividad es un aspecto del amor maternal.

También se sabe muy bien que el bebé cuenta con sus propios mecanismos para sobrevivir durante las fuertes contracciones finales del expulsivo y libera sus propias hormonas de la familia de la adrenalina. Un torrente de noradrenalina permite al feto adaptarse a la falta fisiológica de oxígeno específica de esta fase del expulsivo. El efecto visible de esta liberación hormonal es que el bebé está alerta al nacer, con los ojos bien abiertos ylas pupilas dilatadas. Las madres humanas se sienten fascinadas y encantadas con la mirada de sus recién nacidos. Es como si el bebé estuviera dando una señal, y ciertamente parece que este contacto visual humano es un aspecto importante en el comienzo de la relación madre-bebé entre los humanos.

El papel altamente complejo que juegan las hormonas de la familia de la adrenalina-noradrenalina en la interacción madre-bebé no se ha estudiado mucho. Unos pocos experimentos con animales abren el camino para investigaciones más profundas. Los ratones que no tienen el gen responsable de la producción de noradrenalina dejan a sus crías desatendidas, sucias y sin alimentar a no ser que se les inyecte un fármaco productor de noradrenalina cuando dan a luz.

Desde la perspectiva hormonal, parece claramente que la sexualidad vuelve a su punto de partida. En los distintos episodios de nuestra vida sexual se liberan las mismas hormonas y se reproducen guiones similares. Por ejemplo, durante el acto sexual, los dos compañeros, macho y hembra, liberan oxitocina y endorfinas. Es el comienzo de un vínculo afectivo que sigue el mismo patrón que el apego madre-bebé durante la hora después del parto.

Nuestros conocimientos actuales sobre los efectos conductuales de las distintas hormonas implicadas en el proceso del parto nos ayudan a interpretar el concepto de un período sensible introducido por los etólogos. Está claro que todas las hormonas liberadas por la madre y el bebé durante las contracciones y el parto no se eliminan inmediatamente. También es evidente que todas ellas juegan un papel específico en la ulterior interacción madre-bebé.

Perspectiva 3: Perspectiva etológica

Los etólogos son los que observan el comportamiento de los animales y los seres humanos. A menudo estudian un comportamiento en concreto dentro de un número de especies no relacionadas. Ellos fueron los primeros científicos en afirmar que, desde el punto de vista del vínculo entre madre y recién nacido en los pájaros y los mamíferos, hay un período corto pero crucial inmediatamente después del parto que no se va a repetir jamás. Harlow estudió concretamente el proceso de vinculación entre los primates. La importancia del enfoque etológico está surgiendo paulatinamente después del reciente descubrimiento de los efectos conductuales de las hormonas implicadas en el proceso del parto. Un estudio etológico sobre la primera hora después del parto entre los humanos es difícil porque los procesos fisiológicos se interrumpen de manera sistemática. No obstante, sería posible en circunstancias inusuales. Imaginad a una mujer que da a luz en su propio baño mientras su marido está de compras. Está en un sitio muy cálido y bastante oscuro. No se siente observada por nadie. No obstante, a través de una rendija de la puerta, de vez en cuando, se pueden vislumbrar imágenes de la escena. Combinando lo que hemos aprendido de diferentes historias como ésta, podremos describir un comportamiento estereotipado. Primero, la madre mira a su recién nacido que se halla entre sus piernas. Después de un rato, se atreve a tocarlo con las puntas de los dedos. Luego, cada vez se atreve un poco más y quiere coger a su bebé en brazos. En ese momento, la mayoría de las mujeres están fascinadas por los ojos del bebé.

Perspectiva 4: Primera hora y comienzo de la lactancia

Hasta hace muy poco no se consideraba la importancia de la primera hora posterior al nacimiento como el momento en el que se supone que comienza la lactancia. Imagínense a un bebé nacido en casa hace un siglo. El cordón se cortaba en seguida; luego, al bebé se le lavaba, vestía y se le enseñaba a la madre antes de ponerlo en una cuna.

Contaré una anécdota que nos ayude a darnos cuenta de lo reciente de esta perspectiva. En 1977, en Roma, en el congreso sobre Psicosomática, Ginecología y Obstetricia, presenté un documento sobre la expresión temprana del reflejo de succión. Simplemente estaba describiendo las condiciones ideales que permiten al bebé encontrar el pecho durante la primera hora después del parto. Ninguno de los obstetras y pediatras presentes en aquella sesión podían creer que un bebé humano sería capaz de encontrar el pecho, por sí mismo, durante la hora posterior al nacimiento.

Hoy día la mayoría de las comadronas saben que el bebé humano está programado de forma natural para encontrar el pecho por sí mismo en su primera hora de vida. Es más, uno puede entender que en condiciones fisiológicas, cuando el bebé recién nacido está listo para encontrar el pezón, la madre sigue en un equilibrio hormonal especial. Ella está todavía en otro planeta, muy instintiva. Sabe cómo coger a su bebé. En los humanos, la lactancia es básicamente instintiva durante la primera hora posterior al nacimiento. Después hay tiempo para la educación, imitación e incluso técnica.

Perspectiva 5: Primera hora y adaptación metabólica

Mientras el bebé está en el útero, los nutrientes y, en particular, el combustible vital, la glucosa, son suministrados a través del cordón umbilical de forma continua. Inmediatamente después del parto, el bebé se debe adaptar a un suministro discontinuo de alimentos. La extraordinaria capacidad del neonato para responder a los valores bastante bajos de la glucosa ha sido estudiada en profundidad por M. Cornblath en EE.UU. y por Jane Hawdon, Laura Derooy y Suzanne Colson en el Reino Unido (Del útero al mundo, (Suzanne Colson, Miwifery Today, nº 61, pág. 12)

Perspectiva 6: Punto de vista bacteriológico

Al nacer, un bebé está libre de gérmenes. Una hora más tarde, millones de ellos cubren las membranas mucosas del recién nacido. Nacer significa entrar en un mundo de microbios. La cuestión: ¿qué gérmenes van a ser los primeros en colonizar el cuerpo del bebé? Los bacteriólogos saben que los ganadores de la carrera van a ser los gobernantes del territorio. El entorno de gérmenes de la madre ya es familiar y amistoso desde la perspectiva del neonato porque madre y bebé comparten los mismos anticuerpos (IgG). En otras palabras, desde un punto de vista bacteriológico, el recién nacido humano necesita urgentemente estar en contacto con sólo una persona, su madre. Si añadimos que la ingestión temprana del calostro va a ayudar a establecer una flora intestinal ideal, no hay duda de que, bacteriológicamente, la hora posterior al parto es un período crítico con consecuencias para toda la vida. Nuestra flora intestinal se puede presentar como un aspecto de nuestra personalidad que no va a ser fácilmente modificable más tarde en la vida.

Perspectiva 7: Comienzo del proceso de termorregulación

Mientras que en el útero el bebé nunca tuvo la oportunidad de experimentar diferencias de temperatura (exceptuando posibles episodios de fiebre materna), una vez más, los primeros minutos posteriores al parto aparecen como una interrupción de la continuidad. Como los mecanismos de termorregulación no están todavía maduros al nacer, hay razones teóricas para estar preocupados por los casos de hipertermia materna durante el trabajo de parto que inducido por anestesia epidural o baño demasiado caliente. Estas situaciones podrían suponer un peligroso desafío para la termorregulación del bebé al existir diferencias exageradas de temperatura entre los entornos intra- y extrauterinos.

Perspectiva 8: Adaptación a la gravedad

Durante la primera hora se establece una nueva relación con la gravedad. De repente, el nervio vestibular que sirve al equilibrio lleva al cerebro un torrente sin precedentes de impulsos de los canales semicirculares, utrículas y sáculos.

Perspectiva 9: Enfoque etnológico

La etnología se ha consolidado como ciencia a través de publicaciones de bases de datos. Hoy en día todo el material sobre embarazo, nacimiento y los primeros días posteriores al parto se encuentra fácilmente disponible. La mayoría de las culturas alteran el primer contacto entre la madre y el bebé durante la primera hora siguiente al parto. El modo más universal e intrigante de hacerlo es simplemente fomentando la creencia de que el calostro está contaminado o es dañino para el bebé; incluso se piensa que se trata de una sustancia que hay que sacar y desechar. Esta idea requiere el hecho de que, inmediatamente después de nacer, el bebé no debe estar en los brazos de su madre, lo que implica rutinas tales como cortar el cordón umbilical en seguida. El primer contacto entre la madre y el bebé puede ser perturbado a través de otras muchas rutinas, como baño, masaje, envolver en pañales apretados, atar los pies, ´ahumarª al niño, agujerear las orejas de las niñas, abrir las puertas en los países fríos, etc. Necesitaríamos libros enteros para presentar un estudio exhaustivo de las características de un gran número de culturas en relación a cómo desafían el instinto maternal protector durante el sensible período posterior al parto. Sin embargo, después de echar un vistazo rápido a las informaciones que tenemos a nuestra disposición podemos sacar una conclusión sencilla: cuanto mayor sea la necesidad social de agresión y la capacidad para destruir la vida, más intrusivos son los rituales y las creencias sobre el período siguiente al parto. Si perturbar el primer contacto entre la madre y el bebé y promulgar excusas tales como la creencia de que el calostro es malo son prácticas tan universales, esto significa que dichas rutinas han supuesto alguna ventaja evolutiva. Después de tener en cuenta y combinar todas las perspectivas que indican la importancia de la hora posterior al parto, y tras hacer referencia a los rituales y creencias perinatales, estamos en la posición de afirmar que los entornos culturales se forman en gran medida durante la primera hora siguiente al nacimiento. Ahora podemos contemplar la primera hora después del parto en el contexto de nuestras sociedades modernas.

Perspectiva 10: Enfoque obstétrico

Todas estas consideraciones eran necesarias antes de analizar la hora posterior al parto en el contexto de nuestras sociedades modernas, en las que el control cultural de los nacimientos está en manos del control médico.

Analizando la literatura médica, parece que en los círculos obstétricos la pregunta es: ¿Cómo controlas la tal llamada tercera etapa?. Las revistas médicas publican periódicamente estudios aleatorios y controlados comparando los distintos modos de ´controlarª la tercera fase. El único objetivo es evaluar los riesgos de la hemorragia post-parto. Estos estudios están realizados en el contexto de grandes unidades obstétricas.

Todos los protocolos de investigación utilizan una definición negativa del ´control expectanteª (por ejemplo, la no utilización de sustancias uterotónicas y no pinzar el cordón umbilical). Los factores que pueden facilitar positivamente la liberación de la oxitocina no están incluidos en los protocolos médicos. Los resultados de tales pruebas han llevado a la práctica de inyectar rutinariamente sustancias oxitócicas a todas las madres justo en el momento del nacimiento, las cuales bloquean la liberación de las hormonas naturales sin presentar consecuencias. Los efectos de estas rutinas obstétricas se deben considerar en términos de civilización.

Perspectiva 11: Enfoque de las comadronas

Algunas comadronas pueden todavía practicar la auténtica partería, lo que no significa que no sean prisioneras de pautas y protocolos estrictos. Pueden desempeñar su papel de protectoras de los procesos fisiológicos. Inmediatamente después del nacimiento, la preocupación principal de estas matronas es la liberación por parte de la madre de una gran cantidad de oxitocina, porque es necesaria para la expulsión segura de la placenta y porque es la hormona del amor.

Primero se aseguran de que la habitación se encuentre suficientemente caliente. Durante la tercera etapa, las mujeres nunca se quejan de tener demasiado calor. Si están temblando esto significa que el sitio no tiene la temperatura adecuada. En el caso de un parto en casa, la única herramienta importante para preparar de antemano es una estufa portátil que se pueda enchufar en cualquier sitio y a cualquier hora y se pueda utilizar para calentar mantas y toallas. Su otro objetivo es asegurarse de que la madre no esté distraída de ninguna forma mientras está mirando los ojos del bebé y sintiendo el contacto con su piel.

Hay muchas formas de evitar que la madre se distraiga del bebé en esta fase. La madre se puede despistar porque se sienta observada o controlada, porque alguien esté hablando, porque el que atiende el parto quiera cortar el cordón antes de expulsar la placenta, porque el teléfono suene, porque se encienda de repente una luz, etc.

En esta fase, después de un parto en condiciones fisiológicas, la madre está todavía en un estado particular de consciencia, como en otro planeta. Su neocortex está todavía más o menos descansando. La contraseña debería ser: ¡No despierten a la madre!

Perspectiva 12: Matiz político

Tiene sentido y es normal el hecho de que el estudio de la tercera etapa del parto, desde perspectivas no médicas, haga a mucha gente –especialmente a los médicos– sentirse

incómoda. Cualquier acercamiento que pudiera conducirnos a reconsiderar nuestras actitudes durante este corto período de tiempo está quebrantando las mismas bases de nuestras culturas.

La investigación puede resultar políticamente incorrecta. Ésta incluye ciertos aspectos de la Investigación sobre Salud Primal, en especial estudios que exploran las consecuencias a largo plazo de cómo nacemos. Los resultados de tan importantes investigaciones sobre temas típicos (criminalidad juvenil, suicidio adolescente, drogadicción, anorexia nerviosa, autismo, etc.) son evitados por la comunidad médica y los medios de comunicación a pesar de su publicación en reconocidas revistas médicas o científicas. La investigación políticamente incorrecta conduce a la epidemiología a un callejón sin salida.

Dr. Michel Odent
www.birthworks.org/primalhealth

Artículo publicado en español por la Revista Obstare nº 9

Obras actuales del autor:

El bebé es un mamífero
La vida fetal, el nacimiento y el futuro de la humanidad
La cientificación del amor
Nacimiento renacido
El granjero y el obstetra
La cesárea


Bibliografía

Odent, M.: La Cientificación del Amor. Ed. Creavida. Buenos Aires, 2001
Perdersen, C.A. et al.: Oxytocin in maternal, sexual and social behaviors. Ed. Annals of the New York Academy of Sciences, 1992; vol. 652
Pedersen, C.S. y Prange, J.R.: Induction of maternal behavior in virgin rats after intracerebroventricular administration of oxytocin. Pro. Natl. Acad. Sci. USA, 1979; 76: 6661-65
Verbalis, J.G.; McCann, M.; McHale, C.M. y Stricker, E.M.: Oxytocin secretion in response to cholecystokinin and food: differentiation of nausea from satiety. Science, 1986; 232: 1417-19
Nissen, E.; Lilja, G.; Widstrom, A.M. y Uvnas-Moberg, K.: Elevation of oxytocin levels early post partum in women. Acta Obstet Gynecol Scand, 1995; 74: 530-3
Zarrow, M.X.; Gandelman, R. y Renenberg, V.: Prolactin: is it an essential hormone for maternal behavior in the mammal? Horm. Behav., 1971; 2: 343-54
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Akil, H.; Watson, S.J. y et al.: Beta endorphin immunoreactivity in rat and human blood: Radioimmunoassay, comparative levels and physiological alternatives. Life Sci., 1979; 24: 1659-66
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Kimball, C.D.; Chang, C.M. y et al.: Immunoreactive endorphin peptides and prolactin in umbilical vein and maternal blood. Am. J. Obstet. Gynecol., 1987; 14: 104-105
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lunes, 29 de noviembre de 2010

"La mujer en el parto debe sentirse grandiosa, poderosa".

"La mujer en el parto debe sentirse grandiosa, poderosa".
Entrevista al doctor Emilio Santos (IV)

Mireia Long
14 de mayo de 2010


Hemos publicado ya tres entrevistas al doctor Emilio Santos, ginecólogo y psiquiatra, especialista en los aspectos emocionales de la embarazada y la parturienta, dedicado profesionalmente a la atención de partos en casa.

Hoy vamos a abordar una nueva batería de preguntas, esta vez centrándonos precisamente en los sentimientos de la madre que da a luz y veremos como nos explica algunas de las sensaciones que las mujeres manifiestan en sus partos hospitalarios no respetuosos y también la manera en la que él atiende los partos para permitir que la parturienta se sienta segura y capaz de parir en intimidad y libertad.

Cuando yo conocí a Emilio Santos, hace ocho años, había algo en él que me resultaba fascinante. Estábamos en reuniones de mujeres que hablaban de sus partos, muchas veces vividos con dolor emocional, e investigaban y se comprometían en lograr una mejora del modelo de atención al parto en España. Él apenas hablaba, miraba y escuchaba, con los ojos llenos de sensibilidad y respeto, sin imponer nunca su opinión, sino más bien queriendo saber que nos preocupaba.

En aquellas reuniones solía ser el único hombre, aunque a veces venían papás, si era desde luego el único ginecólogo varón. La sensación de ternura y cercanía que transmitía simplemente con su presencia silenciosa y respetuosa me resultaba emocionante. Hoy, años después, lo he conocido mejor, y comprendo aquellas sensaciones, aumentando cada día la admiración por su trabajo y su atención consciente, pero sobre todo por su humanidad extraordinaria.

¿Existe un especial trato “violento” a las parturientas en el sistema hospitalario?

La mayor parte de los profesionales que asisten al parto son correctos en la educación y tienen la intención de colaborar en la medida de sus posibilidades a que el proceso transcurra de la mejor forma posible. No conozco profesionales malintencionados ni que tengan una especial animadversión contra la mujer de parto.

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¿Porqué entonces hay mujeres que sienten que no las trataron bien, especialmente si quieren un parto natural?

Lo que ocurre es que en un ánimo de contribuir en la educación para la salud, los profesionales se creen en la obligación de encauzar a aquellas mujeres que por sus ideas o por lo que han leído quieren un parto diferente. La mayoría de los profesionales viven el parto como algo peligroso, lleno de riesgos.

Por su formación, muchos profesionales, viven el parto en la creencia de que realmente los controles exhaustivos del embarazo y el seguimiento médico y tecnológico del parto está salvando vidas.
La mayoría de los profesionales no han presenciado en su vida el proceso de mujeres pariendo libres según si instinto y desconocen que ese tipo de partos tiene una tasa de complicaciones realmente baja. La mayoría de los profesionales creen que una mujer que quiere un parto en postura libre y sin interferencias es una mujer que no se preocupa lo suficiente por su seguridad o la de su bebé.

¿Se infantiliza a la mujer en sus partos?

A menudo hay un trato infantilizador detrás del trato cariñoso, representado en frases como “túmbate, bonita”. Cuando queremos tratar de una forma cariñosa a un paciente pero al mismo tiempo queremos tener nosotros responsabilidad y poder sobre sus decisiones, el único resultado posible es el trato infantilizador.

Dentro de los actos médicos el caso del parto supone, además un caso muy particular. Primero porque el parto no es ninguna enfermedad y segundo e igual de importante porque entre las condiciones que la naturaleza tiene prevista para que el parto transcurra con normalidad está la condición de que la mujer debe sentirse grandiosa, poderosa. La naturaleza tiene previsto que el parto se posponga cuando hay delante la presencia de una figura de autoridad.


Creo que lo más difícil de aprender para las personas que atienden un parto natural es la humildad necesaria para ponerse en un plano de jerarquía social por debajo del de la mujer que está pariendo. A los médicos nos han enseñado a tomar decisiones por los pacientes, no a informar y preguntar qué prefieren.

¿Es más difícil dejar que la mujer decida?

El punto de vista del profesional es que el tiene una serie de conocimientos que ha adquirido tras muchos años de experiencia y de estudio. Muchos profesionales se creen con la responsabilidad de las decisiones sobre la salud de sus pacientes. Realmente estos profesionales llevan una pesada carga muy dura sobre sus espaldas. Cuando un profesional asume que su función es informar y asesorar y que, de verdad, las decisiones finales sobre la salud son de cada persona, realmente debería suponer un alivio de dicha carga de responsabilidad.

Lo que ocurre es que detrás de toda responsabilidad existe también un anhelo de poder. Y aunque la responsabilidad es una carga, la búsqueda de la sensación de poder es algo casi instintivo en el ser humano. Tenemos el instinto de tratar de tener las cosas bajo nuestro control.

Si lo pensamos fríamente, la responsabilidad y el poder son una carga, pero todos sabemos que esa responsabilidad y ese poder tienen algo que engancha, es casi adictivo. Cuando asumimos más responsabilidad, sentimos más poder y eso nos gusta, pero al mismo tiempo llevamos más peso. En realidad, es mucho más fácil nuestro trabajo profesional cuando descargamos esa carga en el paciente.

¿Cómo consigues entonces que la mujer sienta que tiene el poder cuando atiendes un parto?


Yo considero muy importante, cuando atiendo un parto, hablar poco, no sobresalir entre las personas que estamos presentes, evitar ser el centro de atención.

Hablar lo justo y en tono calmado e, incluso, tener una posición espacial inferior a la de la mujer. Si ella está sentada intento yo también sentarme o ponerme de rodillas; si ella está de rodillas, intento ponerme también de rodillas o en cuclillas; si ella está en cuclillas, intento ponerme también en cuclillas o sentado en el suelo y si ella está sentada en el suelo, intento yo también ponerme sentado en el suelo o tumbado.

Pero quizá más importante que todo esto que puede hacerse en el momento del parto es haber propiciado de antemano durante el embarazo una cercanía emocional y una familiaridad mutua desde la primera consulta.

¿Y eso como lo consigues?

Cuando me tratan de usted les propongo que nos tratemos de tú para ir tomando familiaridad. También aprovecho todas las ocasiones de saludo y despedida para dar un abrazo a la mujer que va a parir, a su pareja y a sus niños; y acepto cualquier invitación a compartir un café, una cerveza o una comida.

Cuando yo voy a atender un parto en un domicilio considero que voy a tener el privilegio y que necesariamente debo pertenecer un poco a esa familia.
Sé que si no lo hago así estoy creando un factor de riesgo de que el parto no vaya bien. Esto se debe a que el programa genético de la mujer tiene previsto que el parto transcurra en la intimidad o bien, como mucho, en la presencia de familiares cercanos que la hagan sentirse segura. Si la sociedad exige que en un parto exista un profesional ese profesional tiene que tener esto en mente en todo momento.

¿Te han contado muchas mujeres que sufrieron sensaciones de humillación e invasión durante su parto hospitalario?

Muchas. Un alto porcentaje de las mujeres que acuden a mi consulta para tener un parto en casa vienen dolidas porque percibieron ese tipo de sensaciones en un parto anterior. Yo sé bien que los profesionales que las atendieron no actuaron mal según los conocimientos que ellos tienen o según los protocolos establecidos; ni si quiera actuaron mal desde el punto de vista de las normas de educación. Pero también se que la mayoría de esos profesionales y, en general la ciencia médica al día de hoy, tienen un gran desconocimiento respecto a las necesidades emocionales de la mujer de parto.

Conclusión
Esta cuarta parte de la entrevista que Bebés y más ha realizado al doctor Emilio Santos nos revela las razones de algunas situaciones que las mujeres viven de manera negativa en lo emocional en sus partos hospitalarios y la forma en la que este profesional del parto respetado consigue evitarlas en su práctica. Seguiremos viendo otros aspectos, como la separación y sus consecuencias, la realidad de la práctica del corte precoz de cordón y otros temas importantes para profundizar en la manera más respetuosa en la que se puede atender la venida al mundo de los hijos.

En Bebés y más | “En la especie humana parir tumbada no es lo habitual”. Entrevista al doctor Emilio Santos (III), “Yo soy testigo de partos en los que el dolor ha sido nulo”. Entrevista al doctor Emilio Santos (II) , “La epidemia de oxitocina podría estar relacionada con la epidemia de autismo”. Entrevista al doctor Emilio Santos (I)

jueves, 25 de noviembre de 2010

A veces invertimos más en un coche que en un hijo...

Vía| Eduard Punset

El divulgador científico Eduard Punset lo dice alto y claro:


"Si mis lectores me insisten en que les diga cuál es el descubrimiento social más trascendental de estos dos últimos siglos, no tendré más remedio que responder: el impacto insospechado en su vida de adulto de lo acontecido al bebé desde el vientre de la madre."

O sea, la vida prenatal, el parto, los primeros meses de vida. Lo que el obstetra Michel Odent ha llamado "salud primal" o"ecología del útero materno".

Por su pertinencia con los temas tratados en este blog, me traigo su artículo aquí completo, aunque puede leerse y comentarse directamente en su blog.


"A veces, invertimos más en un coche que en un hijo"

Lo tengo claro. Hace muy poco tiempo nadie se ocupaba seriamente del impacto que tendrían en el feto del vientre de la madre los niveles de estrés de esta última o, con menor razón, del padre. Está claro que el dilema consistía luego en enviarlo o no a la guardería como única alternativa para que ella no tuviera que abandonar el trabajo; muy pocos tenían la conciencia o el conocimiento para preocuparse del tratamiento educativo que recibía allí el recién nacido. Nadie sabía nada de los efectos que sobre la adolescencia de una niña tenía la ausencia del padre tras una separación.


Si mis lectores me insisten en que les diga cuál es el descubrimiento social más trascendental de estos dos últimos siglos, no tendré más remedio que responder: el impacto insospechado en su vida de adulto de lo acontecido al bebé desde el vientre de la madre.

Vayamos por partes. Cuando la madre está angustiada o estresada, ¿repercute en la salud del niño? Parece difícil negarlo. Un padre puede tener, biológicamente, muchísimos hijos, mientras que una madre apenas unos pocos. El resultado de esta diferencia comporta que el valor otorgado inconscientemente por uno y otro es distinto. Para la madre se trata de uno de los poquísimos activos biológicos con los que podrá contar en toda su vida. No es extraño que el grado de preocupación por el impacto en la vida del feto, o más tarde del bebé, de su propio estrés o angustia sea mucho mayor en el caso de ella que del padre.

¿Alguien puede sugerirme por qué intentamos esconder los resultados negativos de la mayoría de las encuestas y los análisis efectuados sobre el aprendizaje en las guarderías infantiles? Los resultados tienden a demostrar que se produce un aumento de la agresividad y violencia en edades posteriores cuando el régimen de las guarderías empezó antes de los cinco años, prolongándose durante muchos años durante 30 o 40 horas por semana. Como me dijo en una ocasión un gran neurólogo británico especializado en la educación infantil: “A veces estamos más dispuestos a pagar por un buen parking que por guardar a nuestros hijos”.

En lo anterior subyace una de las grandes contradicciones de nuestra sociedad. Tenemos el gran mérito –comparados con el mundo islámico– de haber sabido asimilar a la mujer en los procesos de producción y de ahí que otras civilizaciones basadas en religiones excluyentes no podrán competir jamás con nosotros. Ahora bien, está por realizar el sacrificio o la aplicación del conocimiento necesario para que esa incorporación de la mujer al trabajo se pueda hacer en las mejores condiciones, velando por la calidad de los contenidos físicos y académicos de las guarderías necesarias.

Por último, ahora también sabemos de la comunicación intergeneracional de los niños. Resulta que, en promedio, una niña abocada a crecer sin la presencia del padre a raíz de una separación del matrimonio accede antes de la edad promedio a la pubertad; y no solo eso, suele tener mayores dificultades de integración que el promedio de las niñas de su edad. La adolescente no para de hacerse a sí misma preguntas sobre su propia situación, acumula información codificada sobre el grado de confianza que puede depositar en los adultos y, muy particularmente, en los hombres. De esas preguntas surge una actitud decidida sobre el entorno familiar.

Tenemos que cuidar muchísimo más de lo que hemos querido o sabido hacer el aprendizaje emocional de los niños y no solo, como ha ocurrido hasta ahora, el aprendizaje cognitivo o académico. Hasta los siete años, los niños son el mejor ejemplo de un departamento de I+D con gastos pagados, que no podemos abandonar a su suerte si queremos sobrevivir.

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Publicado por Ileana para Tenemos tetas el 11/22/2010 07:27:00 PM



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"Un plato roto se puede reponer, una llamada, puede esperar...el alma de un niño, dificilmente"
Naomi Aldort

miércoles, 13 de octubre de 2010

Ellos saben...nosotras sabemos.....

El recién nacido es un mamífero que sabe por instinto buscar el pecho de su madre al igual que cualquier otra cría mamífera del reino animal.
El cerebro de un mamífero es un órgano complejo con múltiples partes. Para facilitar la comprensión las podemos agrupar en tres grandes apartados:
-cerebro emocional.
-cerebro racional.
-cerebro primitivo o reptiliano: responsable de nuestras funciones más básicas: modulación del latido del corazón, respiración, temperatura, marcha automática…controla nuestra supervivencia, autopreservación y reacciones más instintivas. Este primer nivel cerebral lo poseen todos los animales. Se corresponde con la medula espinal, el bulbo raquídeo y el cerebelo.
Todo animal mamífero posee este conocimiento que controla la supervivencia y que se activa nada más nacer.
A este respecto el doctor Nils Bergman, director de la maternidad del hospital de Mowbray (Africa del Sur) que desde hace años estudia la lactancia y el método canguro como sustituto de la incubadora, explica que el bebé como cría mamífera posee en el rombo encéfalo tres programas:
El de reproducción o crecimiento, el de nutrición y el defensa. Los dos primeros programas se activan en el hábitat natural de cualquier cría mamífera nada más nacer: la madre.

Por lo tanto si dejamos al bebé en vientre de su madre nada más nacer se activará el programa de nutrición que está presente en el cerebro reptiliano, que dispondrá al bebé a la búsqueda de su alimento.

Sin embargo si separamos al bebé de su madre se activará el programa de defensa traduciéndose en una respuesta de protesta y llanto cuya finalidad no será otra que volver a restablecer el contacto con el hábitat. Este programa además anula el funcionamiento de los programas de nutrición y reproducción, y activado genera una reducción de temperatura y un enlentecimiento del ritmo cardiaco, además de un aumento de la hormona de cortisol (medida en saliva) y una reducción del funcionamiento del sistema inmunológico.

Además durante el parto tanto el bebé como la madre segregan una serie de hormonas que intervienen durante todo el proceso..La oxitocina, endorfinas, y catecolaminas son segregadas por ambos. Estas últimas las segregan tanto la madre como el bebé tras el nacimiento de éste y hace que ambos estén en estado de alerta. La madre así puede coger a su bebé y sostenerlo y este puede estar atento con los ojos abiertos e iniciar espontáneamente la búsqueda del seno materno. El bebé tiene la capacidad de reptar con sus puños cerrados y sus piernas flexionadas y de percibir los contrastes de luz que le llevan hasta la areola del pecho.

Righard y colaboradores realizaron una investigación poniendo a los bebes encima de sus madres , piel con piel nada más nacer , para observar si estos eran capaces de engancharse al pecho , simplemente siendo sostenidos por estas .

Se comprobó que entre 20 y 60 minutos después del parto se producía el afianzamiento espontáneo.
Las primeras experiencias orales son esenciales para el éxito de la lactancia, y cuanto antes se produzcan más nos aseguran éste.En la semana mundial de la lactancia del 2007 en España se recalcó que esas experiencias durante la primera hora de vida pueden salvar a un millón de recién nacidos.

El contacto inmediato piel con piel tras el nacimiento favorece la instalación de la lactancia materna, y además favorece:

1.la sincronía térmica entre la temperatura corporal de la madre (36-37ºC)y el bebé. Sobre el pecho desnudo de su madre el bebé sube su temperatura mucho más rápido que si le tapamos con la mejor manta o si le metemos en la más moderna incubadora.
2.la reducción del llanto del bebé. Cuando este es separado se activa el programa de defensa que mencionamos anteriormente.
3.El bebé es colonizado por las bacterias de la madre:estar con ésta favorece la colonización del bebé de la flora bacteriana de ella,lo que impide que otros gérmenes patógenos lo hagan, evitando infecciones nosocomiales.
4.La reducción del estrés: un recién nacido separado tiene a las seis horas de nacer el doble de cortisol que otro que haya estado en contacto piel con piel.

5.Fomenta la vinculación madre-hijo hasta edades muy prolongadas.Durante el parto y horas después la madre y el bebé liberan endorfinasque a modo de opiaceos disminuyen la sensación de displacer y favorecen el vínculo.

”No hay un tiempo seguro de separación, ésta siempre daña. Lo correcto es no separar en absoluto”(Asociación El parto es nuestro).

Marta Garrido Ruisanchez

lunes, 11 de octubre de 2010

Carta de Carmen Pascual....comadrona.

Carta de Carmen Pascual
(Comadrona)
Mi nombre es Carmen Pascual Calle, y soy matrona. Después de la especialidad trabajé 4 años en un hospital de Zaragoza. Allí me dí cuenta de que la mayor causa de complicaciones en el parto provenían del miedo que sentía la mujer por el desconocimiento del proceso y el desamparo al encontrarse en un medio desconocido para ella.
Cuando tomaba el relevo con las compañeras y me daban el parte, siempre había alguna mujer en situación apurada: nerviosa, con fuerte sensación dolorosa y sin progreso en la dilatación, con muchas horas de trabajo de parto. En la mayoría de los casos bastaba con sentarte a su lado, comprender su situación y hacerle ver que ibas a estar con ella para ayudarla. Esto le tranquilizaba, y junto con algunas indicaciones sencillas de cómo utilizar la respiración para relajarse era suficiente para que cambiase completamente su situación: menos sensación dolorosa, progresión en la dilatación, etc…
Viendo claro por qué les resultaba tan difícil parir a algunas mujeres, decidí después de 4 años en el hospital dedicar un esfuerzo a formar a las mujeres para que no tuvieran miedo al parto y que colaboraran con su instinto para parir y también que consideraran a los ginecólogos y matronas sus aliados, sobre todo si se complicaba el proceso.
Los años que estuve trabajando formando a los padres para que tuvieran un parto normal fueron muy fructíferos. Entonces no se aplicaba la epidural y las mujeres aprendían técnicas de relajación, posturas y otras técnicas como el masaje lumbar y sacro o la aplicación de calor para aliviar la sensación dolorosa. Tengo que decir que un porcentaje alto de mujeres tenía un parto normal, con poca sensación dolorosa, debido al grado de relajación que alcanzaban.
Un buen día, apareció por mi centro de preparación al parto una mujer gestante de su segundo hijo. Se la veía sana y fuerte y me contó su experiencia del parto del primer hijo: muchas horas de dilatación, contracciones muy dolorosas e inmovilizada en la cama con gotero de oxitocina y monitor. Ahora no quería exponerse a pasar otra vez por la misma experiencia y me expresaba su deseo de parir a este hijo en su casa.
Nunca hubiera pensado que en pleno s.XX hubiera mujeres que quisieran parir en casa ( luego me enteré que en otros países era una práctica habitual). Me llamó la atención su firmeza (su marido la apoyaba). Así comenzó mi andadura de la asistencia al parto normal en los hogares de los padres.
Éste, mi primer parto en casa (año 1985) lo dirigió totalmente la mujer. Cuando me llamaron ya estaba con 4 cm. de dilatación; expresó su deseo de meterse en la bañera (la bolsa estaba íntegra). En la bañera terminó de dilatar, saliendo para el expulsivo. Espontáneamente se colocó en cuclillas y hacía los pujos cuando tenía contracciones, progresando el niño en el canal del parto con facilidad: yo estaba muy sorprendida de ver que no ” me necesitaba”, ella estaba concentrada en su trabajo y sabía en cada momento lo que tenía que hacer. Entonces tuve en ese instante la certeza de que la mujer sabe parir y el bebé sabe nacer. Yo le escuchaba el bebé para comprobar que estaba bien y nada más, el resto lo hacía ella sola, sabedora de su capacidad natural para traer a su hijo al mundo. Cuando la cabeza empezó a ser visible en la vulva yo le sugerí que se recostara para yo poder proteger su periné y que no se rasgara ( pues me había pedido, si era posible, no cortar), y así vino al mundo Ángel. Nunca se me olvidará este parto, ni los 300 y pico que siguieron después. Gracias a todo lo que me han enseñado las mujeres y no por mérito propio puedo decir que me considero una experta en la atención del parto normal. Han sido experiencias extraordinarias .”Las mujeres y los niños enseñan cosas que no vienen en los libros” El arte de atender el parto normal lo debo a las mujeres, es como un tesoro que no me pertenece ya que lo considero como un patrimonio que ellas deben heredar.
Cuando hace un par de años nos convocaron a las matronas de Atención Primaria a un centro hospitalario de Zaragoza para comunicarnos que el departamento de partos estaba abierto y a favor del parto normal, ( Sanidad ya había publicado su comunicado de Estrategias para la asistencia al parto normal), lo primero que me sorprendió fue que no había ninguna matrona del hospital en la reunión, así que mi alegría se vuelve recelosa, pues no entiendo cómo no están presentes ellas que son las protagonistas del parto normal… Me hubiera sorprendido lo mismo si nos hubieran reunido para hablarnos de cómo aplicar un forceps, una ventosa o practicar una cesárea…técnicas que como todo el mundo sabe, son exclusivas del ginecólogo y que ellos aplican con maestría.
Cuando leo o escucho los cambios “estructurales” que algunos piensan que hay que hacer en los hospitales para llevar a cabo el plan de asistencia al parto normal, veo lo lejos que están de comprender lo que verdaderamente se necesita: lo más esencial para que se pueda dar el cambio es que primero haya un cambio en sus mentes. Que vean a la mujer capacitada para parir bien sin complicaciones y que ellos “colaboren” , respetando lo que las mujeres demanden: las que se vean capaces y quieran parir sin goteros de oxitocina, ni epidural, que les proporcionen el ambiente adecuado: libertad de movimento y la dejen ser a ella protagonista.
Las que quieran parir con epidural, etc… el mismo respeto, siendo ellos-as los que en estos casos apliquen los protocolos pertinentes.
Así que pienso que lo más importante y decisivo para que se den cambios es cambiar primero la mente ( esto es difícil para algunas personas que no quieren soltar los riendas).
Cuando uno cambia la manera de pensar respecto de algo, se ven las cosas claras y se pasa a la acción, así es fácil, fluye la creatividad y entonces se pasa a hacer cambios estructurales que no son grandes, ni complicados; lo puedo asegurar.
En las Sagradas escrituras se nos dice que “no se echa vino nuevo en odres viejos, pues de otro modo los odres revientan, el vino se derrama y los odres se echan a perder; sino que el vino nuevo se echa en odres nuevos, así, ambos se conservan ” (MT 9, 17). Ya pueden hacer cambios estructurales costosos y aparatosos (que no son necesarios) , que si ellos no han cambiado sus mentes, fracasarán, pues querrán meter a la mujer en una hermosa bañera con los viejos prejuicios…porque …¿quién realmente dirige el parto?: la mujer, si la dejan desplegar su potencial, junto con su bebé, ( que por cierto sabe nacer) …o los que estamos al otro lado?
Pienso en el dineral que se ahorraría en las maternidades si todos los profesionales aunáramos esfuerzos para proporcionar a las mujeres un ambiente adecuado para permitirles que su sistema hormonal trabajase bien, no se necesitarían goteros de oxitocina porque el cerebro segrega su propia oxitocina, ni se necesitaría analgesia o anestesia, porque el cerebro segrega endorfinas (su propia analgesia)
La epidural, indudablemente, es un adelanto cuando se aplica en momentos puntuales, y por supuesto, a las mujeres que la soliciten, pero tendríamos que respetar a aquellas mujeres que deseen traer al mundo a sus hijos de manera natural.
El parto dura unas horas, pero cuando la madre se va a casa con su bebé y ya se le ha pasado el efecto de la epidural, se encuentra con todos los efectos secundarios: perinés inflamados, puntos a veces infectados, sobre todo cuando se han aplicado forceps o ventosas (desde que se está aplicando la epidural de forma sistemática han aumentado considerablemente los partos instrumentales), pechos ingurgitados porque los niños están muy adormilados y no los vacían, con lo cual se abandonan muchas lactancias. Sé que hay pediatras que cuando ven a un niño muy adormilado que tiene dificultad para mamar, van al historial de la mujer para ver cómo ha sido el parto.
Y siguiendo con lo del ahorro sanitario quiero decir que en la mayoría de los casos a un parto normal, sigue un postparto normal y una lactancia satisfactoria y casi siempre prolongada: lactancia exclusiva hasta el 6º mes y siguen con lactancia algunos meses más completando con otros alimentos. Dicen los pediatras: “Da gusto con los bebés de lactancia materna, pues sólo los traen para las revisiones del niño sano.
Por todo esto me hago las siguientes preguntas:
1-¿Por qué , a diferencia de otros países donde la matrona tiene la competencia exclusiva del parto normal, en España no es competencia exclusiva de la matrona?
2-¿Por qué en vez de complementarnos y aprender unos de otros en un clima de confianza y respeto , a veces se rivaliza como si fuéramos enemigos? (hacemos bandos)
Siempre habrá mujeres que quieran parir con toda la tecnología a su servicio, y es muy respetable, pero con el mismo respeto debería tratarse a la mujer que lleva un plan de parto, pues no tendría que llevar un plan de parto por escrito, si se diera por sentado que ” es un derecho que ella tiene, si se ve capaz y quiere parir con sus propios medios”. No se le debería mirar como a un bicho raro ni mucho menos “castigarla ” por atreverse a decir ella cómo quiere parir.
Aquí , quiero hacer un inciso para aclarar que nunca se debería enfrentar a las mujeres con el hospital, o si son ellas las que muestran hostilidad hacerles ver que en el hospital están ( deberían estar) a su servicio, y si surge alguna complicación, es el sitio más seguro donde están todos los medios para hacerles frente.
La radicalidad y el fanatismo no son buenos en ningún campo, ni por parte de la mujer ni por parte del que atiende el parto, pues entonces la asistencia al parto se convierte en un campo de batalla donde cada uno ataca y se defiende como si el otro fuera su enemigo.
Creo que unos y otros deberemos aprender a ser un poco humildes y a tratarnos con respeto. El sanitario, que sepa ver el potencial de la mujer para llevar a cabo un proceso fisiológico sin complicaciones, y, la mujer, que vea en el ginecólogo y la matrona personas preparadas para darles apoyo y ayudarles en caso de complicaciones.
Así se daría un mejor servicio, pues cada mujer y cada ser humano que viene al mundo son únicos y ellos se merecen lo mejor. Por último decir que soy mujer de fé. Mi modelo es Cristo, que siendo el hijo de Dios, fue el más humilde y nos dijo: “El que quiera ser el mayor entre vosotros, el que quiera ostentar el mejor puesto, que sea el servidor de todos.” (Mt.20,26) Sólo el más humilde puede ser servicial (que no es lo mismo que servil).
El conocimiento sin humildad se convierte en despotismo. Me gusta soñar con un servicio de obstetricia en nuestros hospitales donde cada vez se atiendan más partos normales con el consiguiente ahorro de energía del personal, reparto de responsabilidades, ahorro económico y mayor bienestar y contento para todos.
¡Ojalá que no tengan que pasar muchos años para que este sueño se convierta en realidad!


Carmen Pascual Matrona